El próximo miércoles no habrá actividades académicas ni administrativas en una universidad argentina. Esta resolución la tomó el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue. A propósito del debate para legalizar el aborto, el próximo miércoles 8 de agosto, la Universidad Nacional del Comahue tendrá asueto en todas sus dependencias para respaldar el tratamiento en el Senado del proyecto de ley por el aborto legal.
Asimismo, el Consejo Superior de la Universidad se declaró a favor de la ejecución de la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo, que cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y que se definirá en el Senado la próxima semana. Por ello se decretó el asueto en las actividades de la casa de estudios para el próximo miércoles en todas sus dependencias.
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El objetivo de la suspensión es “apoyar” la aprobación de la ley y “facilitar las movilizaciones de la comunidad universitaria”. De igual forma, la medida se difundió a través de la declaración 03 fechada el 6 de julio en la que se resolvió el asueto para el 8 de agosto y el apoyo expreso a la ley del aborto legal. En los cimientos, el Consejo Superior señaló que se trata de una “pelea histórica del movimiento de mujeres por conquistar este derecho”.
La universidad argentina ofreció cifras sobre el aborto clandestino
Por otra parte, la UNC aportó como datos relevantes que hay entre 360.000 y 500.000 mujeres que abortan. Además, informaron que los abortos clandestinos son la principal causa de mortalidad en mujeres, con más de 300 muertes por año en Argentina.
El rector Gustavo Crisafulli dijo: “la prohibición y penalización del aborto obliga a una parte mayoritaria de la sociedad a actuar según las convicciones de otra parte minoritaria, en cambio, la legalización del aborto no implica la imposición de valores morales, religiosos ni de ninguna índole a ninguna mujer, por el contrario, permitiría a todas las mujeres decidir sin poner en riesgo su salud”.
La universidad habilitó este año una Cátedra Libre sobre el Aborto en la Facultad de Ciencias Médicas de Cipolletti. Los fundamentos de la declaración culminan diciendo: “Argentina es un país laico y la Iglesia no puede tener injerencia en un asunto de salud pública”.
