¡Adiós vacunas inyectables! Buscan reemplazarlas por dosis orales

Argentina estaría por apuntarse un nuevo logro científico, tras la presentación de un proyecto de la plataforma con la que convertirían las vacunas inyectables en dosis orales, específicamente pastillas.

El equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), publicó las conclusiones de su trabajo en la reconocida revista científica Nature Communications. La plataforma permitiría convertir cualquier antígeno en una vacuna de ingesta oral. 

El desarrollo estuvo a cargo de un grupo de especialistas liderado por Hugo Luján, doctor en Ciencias Químicas y director del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (Cidie), de Córdoba.

Vale señalar que el trabajo, destacado internacionalmente, surge en un contexto donde la única vacuna oral es la Sabín. Esta se desarrolló entre 1950 y 1960, se aplica contra la poliomelitis en niños de 6 meses a 5 años.

vacunas inyectables

Vea también: Dieron visto bueno a tercera fase de una vacuna contra el dengue

Antecedentes e implicaciones

Los especialistas a cargo del planteamiento y desarrollo consideraron necesario repasar cómo funcionan las vacunas tradicionales para comprender la importancia de la plataforma argentina.

A través de una inyección, ingresa al cuerpo una cantidad pequeña de virus o bacterias que le “enseñan” al sistema inmunitario cómo reconocer, defenderse y atacar a los microorganismos cuando eventualmente lo invadan.

En contraposición a las vacunas inyectables, la principal desventaja de las vacunas orales es que se degradan fácilmente en el intestino a través de la digestión.

Luján y su equipo fueron pioneros en generar, en 2008, una vacuna oral contra la giardiasis; una enfermedad diarreica que afecta sobre todo a los países subdesarrollados. Con ese trabajo patentado, el investigador se reunió con colegas de Francia; allí surgió una nueva idea: desarrollar vacunas orales para prevenir otras enfermedades.

“Este desarrollo lo probamos con antígenos del virus de la Influenza, el virus Sincicial Respiratorio, la tuberculosis y el Zika. Esos antígenos no se degradan y generan una importante respuesta inmune en las mucosas, y también de forma sistémica”; explicó el director del Cidie.

vacunas inyectables

Múltiples ventajas

Según los expertos del Conicet, las ventajas son varias: “Detrás de la jeringa suele aparecer la aversión a las inyecciones. Por ejemplo:  la preocupación por la esterilidad de las agujas o hasta el fantasma de contraer una infección cruzada”. Ante estos temores, las dosis orales representarían un gran alivio.

Entre las ventajas de vacunas orales, Luján apuntó que “estas partículas orales no requieren frío para su transporte o guardado. Tampoco necesitan personal entrenado, no presentan riesgo de infecciones cruzadas”.

Agregó que “evitan los riesgos asociados al uso de jeringas y agujas, no tienen gastos por el descarte; son indoloras y al constituir una técnica no invasiva, resultan atractivas para su aplicación en programas de vacunación masiva o personalizada”.

Para Luján, las posibilidades que se abren al sustituir las vacunas inyectables por orales son inmensas; además, a su juicio pueden generar importantes recursos para el país.