Estas fechas se presentan como un momento ideal para recordar las grandes hazañas logradas por hombres y mujeres en este gran evento del deporte mundial
El 10 de la perfección
El 18 de junio de 1976 la perfección dio a conocer su rostro, respondiendo al nombre de Nadia Comaneci, quien se elevó de una forma majestuosa por los cielos para conseguir lo que hasta el momento resultaba imposible. En los Juegos Olímpicos de Montreal, la rumana sorprendió al lograr la primera calificación perfecta en gimnasia (10 puntos) gracias a su rutina inicial en las barras asimétricas. Nadia consiguió en total 7 calificaciones perfectas ese año y dos más en Moscú 1980, lo que la convierte en la gimnasta con más “dieces” de la historia.
Los 9,63 segundos más rápidos sobre la pista
Usain Bolt, el corredor jamaiquino, logró incendiar la pista del estado Olímpico de Londres en 2012 al conseguir un tiempo de 9,63 segundos en la prueba de los 100 metros, un récord que luce imbatible, excepto para el mismo, quien en 2009 estableció una marca de 9,58 segundos en el Mundial de Berlín. El jamaiquino posee también el récord Olímpico en la prueba de los 200 metros con 19,30 segundos y en la prueba de relevos de 4×100 metros junto a sus compatriotas Nesta Carter, Michael Frater y Yohan Blake, luego de que sumaran un tiempo de 36,84 segundos.
Un gran salto de 8.90 metros para la humanidad
El estadounidense Bob Beamon impresionó cuando en los Juegos Olímpicos de 1968 impuso el récord de 8.90 metros en la prueba de Salto de Longitud, logrando que tal hazaña recibiera el título de “El salto del siglo”. Una de las cosas más impresionantes del récord establecido por Beamon es que consiguió mejorar la marca anterior por 55 cm y, sobre todo, que su marca se ha mantenido por 48 años, convirtiéndose en la marca olímpica vigente más antigua.
¿7 medallas de oro? No, una más por favor
El nadador estadounidense Michael Phelps será recordado como uno de los mejores deportistas de la historia y, sobre todo, como uno de los más dominantes, luego de que en los Juegos Olímpicos de Beijín 2008 logró colgarse ocho medallas aúreas, superando así el anterior récord de su compatriota Mark Spitz, quien en 1972 había alcanzado siete preseas doradas.
¿Correr descalzo? Algo común en 1960
Muchos de los casos exitosos que se conocen resultan tener un trasfondo conmovedor, tal como el del corredor etíope Abebe Bikila quien ingresó de último momento al equipo de marcha de su país natal que participaría en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, tras una lesión de uno de sus integrantes. El patrocinante de los juegos le facilito unos zapatos, pero estos no le resultaron nada cómodos, por lo que Bikila decidió correr como se había entrenado gran parte de su vida: descalzo. ¿El resultado? La medalla de oro en la prueba de Maratón y el récord Mundial y Olímpico con marca de 2 horas 15 minutos y 16 segundos. Cuatro años más tarde participó en los Juegos de Tokio 1964 y volvió a ganar la presea dorada e imponer una nueva marca (2 horas 12 minutos y 11 segundos). Su récord fue superado años después, sin embargo, el haber corrido descalzo ha dejado una huella que se mantendrá por siempre como un testimonio de tenacidad y valentía.