Tras cinco días consecutivos de aumentos en la tasa de política monetaria de Argentina, que la situaron a casi el 50% anual, analistas prevén que el Banco Central la mantendrá en esos niveles hasta marzo; todo ello con el objetivo de reducir la volatilidad del peso y evitar una mayor presión sobre la inflación.
Una repentina salida de inversores convirtió esta semana al peso argentino en la moneda con peor desempeño entre mercados emergentes en lo que va del año.
“La inflación alta y algunos de los ajustes que se hicieron presionan para que las tasas se mantengan altas en el corto plazo”, dijo Alejandro Cuadrado, estratega cambiario de BBVA en Nueva York. “Con un ojo en el peso, seguirán los ajustes según cómo venga la dinámica del mercado”.
La tasa de política monetaria sube a medida que el Banco Central absorbe una mayor cantidad de pesos de la economía.
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El acuerdo con el FMI
Asimismo, los analistas apuntaron que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fija un stock de ARS 1,38 billones para la base monetaria de este mes, mientras que el banco se impuso a sí mismo una meta más estricta de ARS 1,34 billones.
De acuerdo con la economista de Barclays Capital Inc., Pilar Tavella, la tasa de política monetaria se mantendría entre 47 y 50 por ciento hasta fines de marzo.
Mientras que el trader de INTL FCStone en Argentina, Joaquín González Galé, también prevé que la tasa de Leliq se mantendrá en estos niveles hasta el próximo mes.
“Hubo una buena suba, pero me parece que hasta acá llegamos”, dijo. Como el banco central busca sobrecumplir la meta de febrero, ahora puede mantener esa línea “para evitar que suba aún más la tasa”.
El peso argentino se fortaleció 0,4% a 39,53 por dólar este jueves, su mayor incremento desde el 1 de febrero. Sin embargo, muchos analistas estiman que el peso volverá a ubicarse cerca del piso de la banda de no intervención.
Es probable que el mercado cambiario registre volatilidad, “pero desde nuestra perspectiva los fundamentos se mantienen sólidos”, economistas de Citigroup Andrea Kiguel y Fernando Díaz escribieron en un informe con fecha 20 de febrero.