Buenos Aires.- La gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, anunció que las declaraciones juradas de los policías bonaerenses podrán verse por internet.
En un acto realizado en las afueras de la ciudad de La Plata, en el cual se lanzó un plan de infraestructura provincial, la gobernadora Vidal anunció que, a partir del 1 de septiembre, cualquiera que así lo desee podrá ver las declaraciones juradas de los policías en la red.
Además, declaró que se les dio una prórroga a aquellos efectivos que aún no han presentado sus declaraciones hasta el 31 de agosto.
De los 6340 uniformados que debían cumplir con esta obligación, ya lo han hecho 5950 y aun restan 390. En caso de no presentarla antes de la fecha límite se prevén fuertes sanciones para ellos que pueden ser, por ejemplo, sumarios administrativos con hasta cinco días de suspensión en el cargo y descuento de haberes por esos días en los que rija la sanción.
Recordemos que esta exigencia por parte del gobierno de la provincia, según el decreto 116, alcanza a aquellos efectivos policiales que ocupen ciertos rangos específicos, como lo son el personal de la policía y del servicio penitenciario, con categoría igual o superior a la de Subcomisario o equivalente, o personal de categoría inferior a cargo de una Comisaría, o personal que intervenga en el manejo de fondos públicos o administre patrimonio público, entre otros.
En aquel momento, el Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, había afirmado que “a cualquier buen policía no le molestará hacer su declaración jurada” y que “tiene que ver con su condición de funcionarios públicos y con el derecho de los vecinos a conocerlas”.
Esta exigencia por parte del gobierno provincial no cayó bien en los efectivos policiales bonaerenses, ya que la gobernadora debió lidiar con algunos inconvenientes. En primer lugar, se encontró a dos funcionarios de la policía entrando irregularmente en su despacho. El mismo mes, la casa de su Ministro de Gobierno, Federico Salvai, fue atacada por desconocidos y, por último, debió lidiar con un incendio intencional provocado en el subsuelo del Ministerio de Seguridad, además de permanecer cuatro horas sin custodia policial como un intento de presión de sus subordinados por mejoras salariales.