Argentina.- La vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, asistió ayer a un programa de televisión y afirmó: “Lo que cambió en la Argentina es que ya desde la autoridad presidencial no se confronta”.
La declaración de Michetti se produjo tras ser consultada sobre la advertencia de Guillermo Moreno a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien le avisó que si no investiga el robo que sufrió en su oficina días atrás, “las organizaciones libres del pueblo haremos lo que tenemos que hacer”.
En esta línea, la vicepresidente apuntó: “Hay la necesidad de un enorme diálogo. Recuperamos un clima donde la autoridad presidencial se abre y escucha, y no baja violencia” y remarcó que lo más importante es que la autoridad presidencial y todo el staff del Gobierno tiene la capacidad de abrirse.
Con respecto al robo que sufrió el 22 de noviembre de 2015, cuando alguien entró a su casa y se llevó 245 mil pesos argentinos y 50 mil dólares, mientras festejaba el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones nacionales, aclaró que denunció todo con cada detalle de lo que había.
Michetti explicó que los 200 mil pesos estaban en su casa porque eran para pagar los gastos de la cena que la Fundación SUMA iba a realizar en La Rural, y aseveró que fueron aportados por distintas personas.
“Los $45 restantes eran míos, para obras que estaban haciendo en el piso del patio, para la gente que estaba trabajando en eso, a la que se le paga en efectivo”, añadió la dirigente de Cambiemos. Sobre los USD 50 mil de un préstamo de su pareja, también denunciados por la propia Michetti ante las autoridades policiales, destacó: “Están en mi Declaración Jurada de 2015 y en la de Juan también”, y aclaró que allí figuran en pesos.
La funcionaria consideró que quienes promovieron acusaciones en su contra son “denunciadores crónicos manchados” y remarcó que quieren “manchar a los demás” pero que no van a encontrar nada antiético.
Con respecto al oficial de la Policía Metropolitana, David Pablo Cruzado, que debía custodiarlo y fue acusado por el robo, la vicepresidente sostuvo: “La policía me dijo que había una sospecha sobre mi custodia. Él era muy cercano a nosotros, teníamos un trato amistoso y afectivo”.