Luego de recibir al canciller argentino Felipé Solá y al embajador Daniel Scioli, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo querer “una Argentina fuerte” y “no una patria bolivariana”.
Asimismo, aseguró que puso en marcha un mecanismo con su ministro de Economía, Paulo Guedes, para evaluar un posible apoyo al gobierno argentino en la negociación con el Fondo Monetario Internacional, tras la reunión que mantuvo con el canciller Felipe Solá, a la que consideró “muy saludable”.
A su vez, el presidente brasileño reafirmó este jueves su interés en conversar con su homólogo Alberto Fernández, a quien durante la campaña electoral argentina llegó a tildar de “bandido de izquierdas”.
“Voy, me voy a encontrar, confirmé ayer con el embajador (Solá), con (Alberto) Fernández allá en la asunción de (el presidente electo de Uruguay, Luis) Lacalle. Voy a poder conversar con los demás jefes de Estado presentes. Me interesa conversar con Fernández”, sostuvo Bolsonaro, al tiempo de apuntar que “a nosotros nos interesa mucho que nuestro mayor socio comercial en América del Sur y creo que el cuarto del mundo se recupere”.
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Bolsonaro habló sobre Argentina
Bolsonaro, informado directamente por Solá en el Palacio del Planalto sobre el estado de las finanzas públicas del país, dijo que “guardando las debidas proporciones, Argentina está peor que nosotros”.
Ante este panorama, el presidente brasileño destacó: “Yo quiero una Argentina fuerte; no una patria bolivariana”.
“Quiero una Argentina grande, Uruguay, Paraguay grandes, Brasil grande”, mencionó Jair Bolsonaro.
Criticó al Papa Francisco
El presidente Jair Bolsonaro, con un atípico humor, no perdió tiempo en criticar al Papa Francisco mientras hablaba con periodistas en la puerta de la residencia oficial de La Alvorada, en Brasilia.
Allí, le atribuyó al Papa declaraciones favorables a una internacionalización de la Amazonia.
“El papa Francisco dijo ayer que la Amazonia es de él, de todo el mundo. Por coincidencia estaba ayer con el embajador argentino. Miren, el Papa será argentino, pero Dios es brasileño”, dijo Bolsonaro.
