“Chalecos amarillos” llamaron a desatar un pánico bancario en Francia

Este miércoles, los activistas del movimiento de protesta de los “chalecos amarillos” llamaron a los ciudadanos a vaciar sus cuentas para desatar un pánico bancario en toda Francia.

Sin embargo, el Gobierno francés exhortaba a la gente a expresar su inconformidad a través de un debate nacional en lugar de las manifestaciones semanales que alteran la circulación vial en París y otras ciudades del país.

Los “chalecos amarillos”, un movimiento que comenzó en noviembre con manifestaciones por el incremento al impuesto del combustible, recomendaron los retiros masivos a fin de desatar un pánico bancario, a través de las redes sociales. Por su parte, un manifestante, Maxime Nicolle, lo llamó el “referéndum sobre los cobradores de impuestos”.

A través de un mensaje en video, Nicolle aseguró que con estas acciones “vamos a recuperar nuestro pan… ustedes están ganando dinero con nuestra masa y estamos hartos”.

Los manifestantes esperan que el pánico bancario obligue al Gobierno de Emmanuel Macron a prestar atención a sus demandas, especialmente su llamado a una democracia más directa, a través de la implementación de votaciones que les permitan a los ciudadanos proponer nuevas leyes.

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El gran debate

Mientras tanto, el primer ministro Edouard Philippe ofreció detalles de un “gran debate” que el gobierno planea comenzar la próxima semana en todas las regiones de Francia.

“Queremos que sea intenso, imparcial y fructífero; poderlo considerar en el periodo que ahora empieza”, dijo Philippe.

Dichos debates se enfocarán en cuatro temas principales considerados como esenciales: cambio climático, asuntos democráticos, impuestos y servicios públicos, aseguró el funcionario.

Además agregó que cualquiera puede proponer un evento local y una plataforma por Internet proporcionará otro sitio para su discusión.

Por su parte, el presidente Emmanuel Macron propuso el debate como una forma para que el gobierno escuche y responda a las principales quejas del movimiento de los “Chalecos amarillos”.

Aproximadamente, 200 manifestantes, incluidos miembros sindicalizados y otros participantes del movimiento de protesta, se reunieron el miércoles en Creteil, un suburbio de París, mientras Macron visitaba un gimnasio de balonmano.

La policía utilizó gas lacrimógeno para mantener a distancia a los reunidos del mandatario francés.