En la actualidad los gimnasios se vieron afectados por la pandemia por coronavirus y la cuarentena. Por ese motivo, más de una compañía hizo gala de su creatividad para seguir en el mercado. En algunos casos, diseñaron aplicaciones para reservar clases.
Otros para poder sobrevivir optaron por el alquiler de las bicicletas fijas y por el dictado de clases de gimnasia por Zoom. En otros gimnasios buscaron una salida para evitar la acumulación de deudas. Por eso, tomaron la decisión de cambiar de rubro, reacondicionando el lugar; y con los permisos correspondientes, reabrieron como expendedores de comida rápida.
Un aspecto importante a destacar es que con la cuarentena la virtualidad adquirió gran protagonismo. El planeta se vio en la necesidad de conocer y experimentar el mundo online, acelerando este proceso para el mundo de los gimnasios.
El establecimiento físico tuvo que tener una versión digital. Las app para boxes de crossfit cada vez son más populares. No obstante, se hizo necesario adaptar estos lugares para dar una respuesta a todas aquellas personas que requieran los servicios presenciales. Seguir una estrategia digital fue clave para no perder los negocios.
Dentro de las propuestas digitales se pueden hallar desde app para gimnasios hasta conversatorios sobre cuidado personal, nutrición, meditación y pediatría, recetas y consejos de salud, entre otros temas.
¿Cómo se adaptaron los gimnasios a los protocolos de bioseguridad?
Los empresarios del sector se preguntan cómo afrontar el futuro en la industria. Una de las propuestas que circulan es que la mayoría de los protocolos se basen en el distanciamiento social. Por esta razón prevén un espacio de 4 metros cuadrados por persona.
El Covid-19 no se irá por ahora, de allí que se implementen protocolos donde se pueda adaptar el espacio con poca inversión, con cintas para demarcación e insumos de limpieza. Claro está, la cuestión crítica es que se reduce la capacidad en la recepción de personas.
Dentro de los insumos de limpieza está el alcohol para rociar las manos, y el termómetro para medir la temperatura al ingresar. También, se implementó que por medio de una aplicación se podía entrenar a distancia.
Otras empresas ofrecen la combinación perfecta entre presencial y distancia. De igual manera, se programaron más horarios de clases con menos personas. Para no afectar la rentabilidad del local se asumieron otros horarios para mantener afluencia de personas. Para reservar las clases se incorporó una aplicación.