Los huertos escolares establecen parte de una formación en nutrición y educación para llevar de la mano una herramienta que permita enfocar a los jóvenes.
La denominación de huertos escolares son una plataforma de aprendizaje muy útil para mejorar la educación y la nutrición infantil y, a la vez, fomentan la conservación del medio ambiente y el bienestar social, físico y mental de toda la comunidad educativa.
En muchos de los países industrializados, la agricultura intensiva y los actuales hábitos alimentarios tienen cada vez más efectos nocivos para nuestra salud y para el medio ambiente, mientras que muchos países subdesarrollados no poseen los medios y la formación suficiente para conseguir una agricultura capaz de dar de comer a todas las personas de forma suficiente y segura.
Entre todas las personas que participan en este tipo de actividades, se busca conseguir que los huertos escolares tengan un papel significativo en la lucha contra estos problemas que amenazan a la sociedad actual: la inseguridad alimentaria y el cambio climático.
Por tal motivo, es necesario promover hábitos que mejoren la salud, como una alimentación más saludable, y una educación nutricional, agrícola y ambiental que conciencie a los niños de la necesidad de cambiar las cosas, ya que de ellos dependen las futuras acciones y medidas para erradicar estos problemas.
Dentro de los principales objetivos de los huertos escolares deben estar encaminados a dar respuesta a estos problemas y necesidades.
Se desea con este tipo de huertos, mejorar la calidad de educación mediante una pedagogía más dinámica que incluya planes de estudio multidisciplinares que combinen conocimientos teóricos, prácticos y técnicas de subsistencia.
Es importante impartir enseñanzas que sean prácticas sobre nutrición que fomenten la producción y consumo de alimentos saludables y un estilo de vida sano.
Por otro lado, es importante a través de esto aumentar el acceso a la educación atrayendo a las familias a escuelas que traten temas que afecten a su vida cotidiana.
Los huertos escolares fomentan el conocimiento de variedades de frutas y hortalizas que eran desconocidas para los niños y/o sus familias.
Del mismo modo, proporcionan un lugar para adquirir conocimientos relacionados con la naturaleza, la agricultura y la nutrición.