Cristina Kirchner: “La patria no se vende”

Buenos Aires.- La ex mandataria de Argentina apoyó las declaraciones del papa Francisco a propósito del Bicentenario de la Independencia.

Cuando faltaban pocas horas para la conmemoración de los 200 años desde la emancipación de la Argentina, la ex mandataria nacional se subió a la parte trasera de una camioneta negra y tomó un micrófono para dirigirse a los militantes que estaban presentes y así dar un discurso respecto a la importante fecha que todos pudieran escuchar.

Cristina se dirigía a tomar un vuelo que la llevaría a Río Negro, pero el mismo fue suspendido por las malas condiciones climáticas y en su regreso, se tomó un tiempo para hablar impetuosamente al pueblo argentino.

Ella se encontraba en la ciudad para atender la solicitud judicial que se ha llevado a cabo en el transcurso de los últimos días, por la citación del juez federal Claudio Bonadio.

Entre sus manifestaciones afirmó que está de acuerdo con el mensaje emitido por el papa Francisco el día de ayer, en el que alentó a todos a rezar para lograr la “Patria Grande” en la que afortunadamente ya no haya ningún tipo de colonizadores que interfieran en el desarrollo de su gente.

“Hoy un mensaje que me impresionó mucho, creo que les llego a todos los argentinos, por suerte. Es el mensaje de Francisco, tan fuerte, con que la patria como la madre no se vende y se defiende”, dijo.

Agregó: “Quiero agradecerles mucho la alegría, la fortaleza, las soluciones, me da mucha alegría verlos felices y pedirles que tengan mucha fortaleza porque no tenemos derecho a deprimirnos ni a estar tristes, porque la gente que más está sufriendo nos necesita alegres, dispuestos a seguir tendiéndole la mano al otro”, con una sonrisa en su rostro incitando el ánimo.

Además, dijo: “Son momentos severos que estamos pasando los argentinos, y tenemos que aportar nuestra alegría, nuestro trabajo, nuestra inmensa fe de que la patria tarde o temprano siempre vence”.

Luego de estas palabras impregnadas de emoción, dio fin a su testimonio, cedió el micrófono y saludó a las personas cercanas para luego dirigirse a su apartamento.