Dilma Rousseff pierde apoyos en el PT

Brasil.- Las protestas que se llevaron a cabo en varias ciudades de Brasil, en apoyo y en rechazo de la remoción definitiva de la presidenta Dilma Rousseff, tuvieron una participación menor que en las anteriores convocatorias. Sin embargo, el futuro de la presidenta luce problemático, puesto que de cara al juicio final programado para el próximo 29 de agosto, ni siquiera su partido parece tener el deseo de que ella vuelva a gobernar el país.

De acuerdo con Kim Kataguiri, uno de los voceros de Movimiento Brasil Libre, que promueve la movilización en contra de Rousseff, la razón de la baja asistencia es que Brasil está en final de las vacaciones escolares. “El público nuestro no es militante, nosotros movilizamos a la sociedad civil”, ha asegurado.

Igualmente ha afirmado el líder que el cambio en el calendario de expulsión de la presidenta ha afectado a las protestas. “Preferimos enfocar nuestras fuerzas en un evento más cercano al día de la votación”, ha manifestado.

Rogerio Chequer, portavoz del Movimiento Brasil Sin Miedo, ha asegurado que las protestas cuentan con el respaldo de todos los estados de Brasil. “Estamos mal acostumbrados”, ha dicho mientras hacía referencia a las protestas del pasado 13 de marzo, las más masivas de la historia del país suramericano.

Por otro lado, hubo distintas manifestaciones a favor de Dilma, a pesar de que éstas han sido menos numerosas y se llevaron a cabo en menos ciudades que las que pedían su destitución.

[pullquote]Lo cierto es que Rousseff se está quedando sin apoyo, inclusive entre sus partidos afines.[/pullquote]

Los analistas de Brasil estiman que prácticamente no hay líder político u organización política que desee el regreso de Rousseff a la cabeza del Ejecutivo, ni siquiera el mismo Partido de los Trabajadores.

Los líderes del Partido de los Trabajadores temen el enfrentamiento en la directiva que puede generar el regreso de Dilma en las próximas elecciones regionales este mismo año.

Algunos dirigentes del partido parecen actuar incluso para adelantar el juicio de la presidenta y hacerlo coincidir con los Juegos Olímpicos para alejar la atención y hacer que sea menos problemático. Va a ser a partir del próximo 29 de agosto en el Senado cuando, en un juicio que tendrá una duración de cinco días, se esclarezca de manera definitiva el futuro de Rousseff.