EE.UU.- Los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron este viernes un acuerdo para el despliegue de un escudo antimisiles estadounidense en Seúl, con el objetivo de prevenir futuros ataques por parte de Corea del Norte.
El anuncio se realizó dos días después de la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos contra el líder norcoreano Kim Jong-un, iniciativa que fue tildada por el principal régimen comunista de Asia, como una “declaración de guerra”.
Por medio de un comunicado conjunto a la prensa por parte de los ministerios de Defensa de ambas naciones “decidieron en tanto que aliados desplegar el sistema antimisiles THAAD (…) como una medida de defensa para garantizar la seguridad de los ciudadanos surcoreanos”.
Dentro del comunicado no se precisa la fecha para el despliegue de estos armamentos, y además añade que los países se encuentran terminando de definir el emplazamiento de dicho escudo. El sistema THAAD dispara un grupo de misiles, los cuales son capaces de interceptar y destruir misiles balísticos, aun cuando estos se encuentren fuera de la atmosfera del planeta.
Ambos aliados se encuentran realizando varias conversaciones sobre este proyecto desde el pasado mes de febrero, justo después de que el Norte lanzara un misil de largo alcance, hecho que fue considerado por los Estados Unidos como un ensayo balístico disimulado.
La tensión en la península coreana ha ido aumentando tras el cuarto ensayo nuclear de Pyongyang el pasado 6 de enero. El régimen de Kim Jong-un ha multiplicado los lanzamientos de cohetes en esa zona, y según los expertos, está planeando para colocar a punto un misil intercontinental capaz de llevar una carga nuclear hasta el continente americano.
El proyecto del escudo antimisiles que se colocará en Corea del Sur también ha irritado a Rusia y China, los cuales son los principales aliados de Pyongyang, naciones que se siente preocupadas por la presencia norteamericana en la zona.
El gobierno chino condenó dicho despliegue y exigió que se detenga este proyecto, argumentando que va a “perjudicar gravemente la seguridad regional y provocar una carrera armamentística”.
Por otra parte, la cancillería rusa aseguró este viernes que el proyecto “atenta contra el equilibrio de la región y podría tener consecuencias irreparables”.