Washington.- El Gobierno de los Estados Unidos aseguró este martes que se encuentran investigando diversos informes sobre un supuesto bombardeo con gas tóxico que ocurrió este lunes en el norte de Siria. Declarando que sería algo “extremadamente grave” y una violación de dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU si se llegara a confirmar.

El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, reaccionó inmediatamente a la denuncia que realizó la Defensa Civil siria, un grupo de voluntarios que desarrolla labores de rescate, quienes manifestaron que este lunes sucedió un supuesto bombardeo con gas cloro en la población de Saraqeb, ubicado al este de la provincia de Idleb.

“No puedo confirmar la veracidad de esos informes. Estamos examinándolos junto a aliados en la región. Y ciertamente, si son verdaderos, sería algo extremadamente grave”, manifestó Kirby a través de su rueda de prensa diaria.

Por su parte, la Defensa Civil de Siria expresó que un helicóptero lanzó dos barriles que contenían alrededor de unos cinco potes llenos de cloro y diversas bolas de hierro de diferentes tamaños.

El comunicado agrega que aproximadamente unos 33 civiles fueron afectados por el gas que botaron dichos embaces, entre ellos dieciocho mujeres y diez niños, y que el estado de tres de ello es “grave”.

[pullquote]Estamos examinando todos los informes junto a aliados en la región.[/pullquote]

A través de su declaración ante los medios de comunicación estadounidenses, Kirby recalcó que el Gobierno norteamericano “condena rotundamente el uso de ataques químicos contra civiles, que viola no solo el cese de hostilidades sino los estándares y normas internacionales, incluida la Convención de Armas Químicas, de la que es miembro el Gobierno de Siria, así como dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

De igual manera enfatizó que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas es la encargada de la supervisión de denuncias de este tipo de ataque con sustancias tóxicas, y que este tipo de investigaciones se pueden llegar a tardar en determinarse.

Este bombardeo en Saraqeb ocurre luego de que un grupo de combatientes de esa zona derribara un helicóptero ruso que regresaba de una misión humanitaria, aunque el hecho no fue reivindicado por ningún grupo terrorista. Tras conocer este hecho el Kremlin dio por muertos a los cinco soldados que se encontraban en la aeronave de clase Mi-8, que fue alcanzado en Idleb.