A través de la campaña “Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aegypti” (Liraa), que se viene realizando en las zonas norte y oeste de Salta capital, los trabajadores de Salud Pública hallaron en varias residencias reservorios de presuntas larvas del mosquito transmisor del dengue.
El relevamiento de posibles reservorios de larvas de Aedes Aegypti se activa cada enero en la provincia, para detectar y eliminar los focos donde crecen los mosquitos. En este sentido, mientras los profesionales y técnicos recorrían casas del barrio Roberto Romero, encontraron numerosos recipientes que contienen larvas.
Si bien esto no indica que sean del mosquito transmisor del dengue, desde el Ministerio informaron que tomaron las muestras; y que realizarán los estudios pertinentes para corroborar de qué mosquito se trata y qué campaña de prevención deben encarar.
María Castillo, integrante del Área Operativa Norte de Epidemiología, indicó que además de inspeccionar las viviendas en busca de posibles criaderos de mosquitos, intentan concientizar a las familias, a través de interesantes charlas informativas acerca del mosquito transmisor del dengue.
“Tenemos que trabajar para evitar cualquier tipo de trasmisión y así llevar tranquilidad a las familias”, apuntó.
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Educación sanitaria
Al ser consultada acerca de las causas que propician la multiplicación de los reservorios del mosquito, Castillo refirió que la falta de ejecución de tareas preventivas por parte de los salteños se debe a la poca educación sanitaria; y mencionaron que esto se potencia por los problemas estructurales de la pobreza.
Respecto al hallazgo, comentaron que los reservorios de larvas que más encontraron fueron los “móviles”; es decir, aquellos objetos que se pueden levantar y dar vuelta. “Si tengo un índice alto en móviles, tengo que enfocar más en educación sanitaria porque lo que está fallando es la comunidad, que no está dando la respuesta que esperamos”.
La funcionaria advirtió que en los barrios donde no hay agua corriente todo el día, la gente junta líquido para tomar y para bañarse; y que es allí, donde puede crecer el mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
Del mismo modo, resaltó que es fundamental la educación sanitaria. “Necesitamos que la comunidad colabore”, planteó Castillo. “Las tapitas y las botellas deben colocarse boca abajo y se deben vaciar los tachos.
Si estos tienen agua para beber, se los debe tapar. Si son de las mascotas, hay que lavarlos, raspando las paredes; y recién volver a colocar el agua en ellos, que debe ser cambiada todos los días”.