En un solo año, la esperanza de vida en Estados Unidos disminuyó por completo en tan solo en el primer semestre de 2020, la mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial, en medio de la devastación que causó el covid-19.
En ese sentido, los datos provisionales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS, por sus siglas en inglés), la esperanza de vida al nacer cayó de 78,8 años en 2019 a 77,8.
Asimismo, el informe mostró disparidades cada vez mayores en líneas raciales y de género. Tal es el caso de la esperanza de vida de los hombres negros, que disminuyó tres años; mientras que la diferencia entre los sexos aumentó a 5,4 años, el mayor incremento en más de dos décadas.
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El impacto de la pandemia
Las cifras perfilan el impacto de una pandemia que ha provocado cerca de medio millón de muertes en EE.UU. Sin embargo, una reciente investigación reveló que la cifra general podría ser aún mayor una vez que se consideren los efectos indirectos, como las personas que murieron porque retrasaron la búsqueda de tratamiento para otras afecciones.
La esperanza de vida en Estados Unidos mostraba señales de estancamiento en los años anteriores al coronavirus, después de aumentar de forma sostenida durante la mayor parte del período desde la Segunda Guerra Mundial.
Algunas de las explicaciones más lógicas incluyeron mayores tasas de suicidio y un aumento de las muertes relacionadas con drogas a medida que se propaga el abuso de opiáceos; pero la pandemia podría haber empeorado estos problemas.
Promedio de la esperanza de la vida
En 2020, algunas tendencias a largo plazo en la mortalidad se revirtieron. Las diferencias raciales se habían reducido de manera sostenida desde principios de la década de 1990.
Pero el año pasado, la esperanza de vida de los afroamericanos cayó a 72 años, y la brecha con sus homólogos blancos aumentó a 6 años, la mayor cantidad desde 1998.
El estudio también reveló una creciente brecha entre los hombres —cuya esperanza de vida cayó de 76,3 años a 75,1— y las mujeres, que experimentaron una disminución ligeramente menor de 81,4 años a 80,5 años. A la edad de 85 años, la brecha de género en la esperanza de vida se reduce a unos seis meses.
El NCHS advierte que sus cifras se basan en recuentos de muertes provisionales en el primer semestre del año, por lo que no captarán los efectos completos de la pandemia y no se ajustaron a los patrones estacionales que generalmente registran más muertes en los meses de invierno que en verano.