Este viernes, la exprimera dama Angélica Rivera confirmó que se divorcia de Enrique Peña Nieto. Aunque algunos lo consideraban como un matrimonio perfecto, otros simplemente aseguraban que se trataba de una estrategia de marketing para construir un candidato y luego afianzar a un presidente.
La confirmación de la separación la hizo Rivera a través de su cuenta oficial de Instagram, solo dos meses después que Peña Nieto concluyera su mandato como presidente de México.
“Lamento profundamente esta situación tan dolorosa para mí y para nuestros hijos. Por tal motivo, he tomado la decisión de divorciarme”, escribió la actriz que anunció en ese mismo mensaje su intención de recuperar “mi vida y mi carrera profesional”.
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Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto se divorcian
Esta semana, la revista Hola esbozó la noticia en un reportaje donde aseguró que la ruptura del matrimonio fue en diciembre. La revista agregó que la ahora expareja mantiene una relación “cordial”.
El último acto público oficial de la pareja fue en la ceremonia del grito de la independencia el pasado 15 de septiembre; aunque también se les vio en enero durante el funeral de un reconocido líder del PRI.
“A mi esposo, siempre le entregué con amor mi tiempo y esfuerzo para cumplir como esposa, compañera y madre. Hoy toda mi energía, fuerza y amor está enfocada en seguir siendo una buena madre, en recuperar mi vida y mi carrera profesional. Agradezco el respeto para mantener la tranquilidad emocional que merecen nuestros hijos”, agregó la ex primera dama Angélica Rivera.
Peña Nieto y sus tres hijos permanecen en México, mientras que ella y los suyos se trasladaron a su residencia en Estados Unidos.
La exprimera dama, conocida como ‘La Gaviota’ porque así se llamaba el personaje de la telenovela que la llevó a la fama, se casó con Peña Nieto, ambos en segundas nupcias, en noviembre de 2010, cuando el político ejercía como gobernador del Estado de México.
Nada dura para siempre
Durante toda la campaña electoral presidencial, Angélica Rivera fue la esposa perfecta posiblemente para intentar borrar la mala prensa acaparada por Peña Nieto tanto por la muerte de su primera esposa, como por las críticas que le lanzó una de sus examantes. Frente a todas estas aguas turbulentas, ‘La Gaviota’ siempre tenía una sonrisa.
Pero tal parece que desde siempre se trató de ese presunto marketing para afianzarle como presidenciable.
El matrimonio de Rivera y Peña Nieto estuvo en el foco de uno de los mayores escándalos de corrupción del sexenio pasado, cuando una investigación periodística divulgó que la casa donde aparentemente vivía la pareja y que Rivera dijo que era suya, estaba a nombre de un empresario contratista del gobierno del Estado de México, del que Peña Nieto fue gobernador.
También fue objeto de polémica cuando se divulgaron documentos que aparentemente mostraban que la boda católica de Rivera con su primer marido fue anulada de forma irregular, solo para hacer efectivo el enlace con Peña Nieto.