Francia.- Posterior al atentado del Estado Islámico (EI), ocurrido en una Iglesia de Normandía de Ruán, al norte de Francia, se llevó a cabo el día de hoy el funeral del sacerdote degollado, en un ataque propiciado por dos jóvenes pertenecientes a grupos yihadistas.
En este sentido, el sacerdote Jacques Hamel -de 86 de edad- fue asesinado hace una semana cuando celebraba una misa en la parroquia de Saint Étienne du Rouvray, lugar donde ingresaron dos jóvenes yihadistas de 19 años, quienes hirieron de gravedad a un parroquiano octogenario, antes de ser abatidos por entes policiales.
La ceremonia, a la que asistió el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, estuvo dirigida por el arzobispo de Ruán, Dominique Lebrun y Jean-Charles Décubes, su antecesor. También se contó con la participación del arzobispo de Marsella y presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Georges Pontier.
Aproximadamente, 1500 personas en el interior del templo y centenares fuera de él, según lo previamente planificado, despidieron al clérigo en un acto rodeado de exhaustivas medidas de seguridad.
La diócesis de Ruán había manifestado que tendrían acceso prioritario los fieles pertenecientes a la parroquia atacada, peregrinos que disfrutaran de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia en Polonia y actores de otras religiones del mundo.
El sepelio del sacerdote, sin embargo, se llevará a cabo en la intimidad familiar y en un lugar que no ha sido precisado públicamente. En el mismo orden, el presidente de Francia, François Hollande, natural de Ruán, no asistió a la ceremonia, pero conservó ayer una reunión con el alcalde de Saint Étienne du Rouvray, Hubert Wulfranc, en la que este postremo le correspondió el apoyo de las autoridades.
El ataque en esa pequeña y específica localidad francesa se produjo apenas 14 días después del atentado en la ciudad costera de Niza, el cual provocó la muerte de ochenta y cuatro personas y dejó más de trescientos heridos, después de que el extremista Mohamed Boulhel penetrara con su camión en el paseo marítimo de la ciudad durante la celebración de la Fiesta Nacional de Francia.