Una vez que el Partido Popular (PP) culminó con su proceso interno de transición, ahora se enfoca en conformar una oposición férrea contra el Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Este martes resultó ser muy movido para ambos bandos. Y es que el Ejecutivo le propuso al PP llegar a “cinco acuerdos de Estado”, dos días antes de la reunión que sostendrán el presidente Pedro Sánchez y el líder del PP Pablo Casado.

El Gobierno considera que el PP y Ciudadanos están actuando con “mucha demagogia” y “deslealtad” en asuntos de Estado como la inmigración. Las posiciones totalmente divergentes de la derecha española con la izquierda, representada en el modelo socialista del PSOE acentúan el marcado problema de la polarización.

Por esa situación, Pedro Sánchez le pedirá personalmente a Pablo Casado “lealtad” y “responsabilidad” ante los asuntos de Estado.

La posición del Ejecutivo hacia esos dos partidos de oposición la manifestó con dureza la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien acusó a Casado y a Albert Rivera (líder de Ciudadanos) de “alinearse” con dirigentes xenófobos europeos por sus manifestaciones contra la inmigración.

El actual Gobierno español mantiene una postura abierta hacia la recepción de inmigrantes y refugiados en su territorio. Sin embargo, PP y Ciudadanos son partidos nacionalistas de derecha. Estos se oponen rotundamente a la inmigración como política de Estado.

De hecho, el presidente del PP llegó a alertar de la llegada de “millones de africanos” a España. Advirtió que no es posible que “haya papeles para todos”. Esto a pesar de que nunca nadie del Gobierno ha planteado nada parecido, según reseñó el diario El Mundo.

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La crítica del Gobierno al PP y a Ciudadanos

“En un tema como este, Casado y Rivera deciden alinearse con líderes europeos que, desde luego. No son ni de lejos del espacio con el que se alinean Macron (presidente de Francia), Merkel (canciller de Alemania), Antonio Costa (primer ministro de Portugal) o el presidente Sánchez”, dijo Calvo en una rueda de prensa.

Cabe destacar que la relación entre el PP y Ciudadanos −el primer de ultraderecha y el segundo de centro-derecha− se ha tornado tensa desde el principio. Se agravó más desde la llegada de Sánchez al poder. Esto se dio debido a la posición que aún no han acordado asumir frente al socialismo que ahora gobierna España.