Hillary, la mujer que hace historia

Estados Unidos.- En noviembre se celebrarán las elecciones en Estados Unidos, y éstas una vez más prometen ser históricas.

Las probabilidades de que una mujer ocupe la Casa Blanca, no como primera dama sino como presidenta cada vez son más fuertes. Hillary Clinton lidera uno de los grandes partidos del país y su contrincante es un republicano que despierta controversia cada vez que habla.

La demócrata estará acompañada por su hasta hace poco rival Bernie Sanders y por el presidente Barack Obama, quien junto a su esposa Michelle la apoyarán en el primer día de la convención que se celebrará en Filadelfia entre el 25 y el 28 de julio.

Clinton está segura de que está haciendo historia en la nación norteamericana, y por esto afirmó estar agradecida con todos sus partidarios porque están acompañándola durante este largo camino. Asimismo, la ex primera dama dobló el presupuesto de Donald Trump, ya que comenzó el mes de julio con más de 44 millones de dólares que están disponibles para su compaña presidencial.

Sanders, fuerte ex contrincante de Clinton, aseguró en días pasados que hará todo lo posible para que Hillary Clinton sea la próxima presidenta de Estados Unidos. El aliado de los demócratas tardó más de un mes en hacer pública su apoyo para presionar sobre el contenido del programa del partido.

Otro de los propósitos de Clinton es ganar el voto latino, “En Cleveland van a nombrar a alguien que piensa dirigirse al electorado latino twiteando una imagen de un taco”, indicó uno fuente.

Por otra parte, Hillary criticó el discurso de aceptación de candidatura de Trump asegurando que sus palabras fueron oscuras y con toda la intención de dividir al país. “Trump no habla por la mayoría de los estadounidenses”, aseveró entre gritos y aplausos de sus seguidores en Miami.

Asimismo, expresó estar conmocionada por el egoísmo de su oponente al presentarse como el único salvador algo que a juicio de la candidata “no es democracia”.

La ex secretaria de Estado aseveró que el discurso de proclamación estuvo plagado de “ira, miedo y resentimiento”, y señaló que solo asumir la diversidad de EE.UU. hará grande al país.