Japón.- El pánico se apoderó de los ciudadanos de Japón posterior a que una agencia meteorológica del país remitiera una falsa alarma advirtiendo sobre un movimiento telúrico de magnitud nueve, el cual se originaría en la región de Kanto cuya población supera los cuarenta millones de personas.
[pullquote]Meses atrás, el desplome de un rayo en uno de los sensores sísmicos ocasionó una falsa alarma de un sismo de casi ocho grados Richter.[/pullquote]
En este contexto, la agencia pronunció una alerta del suceso a las empresas ferroviarias y operadores de estudios móviles, quienes enviaron comunicaciones a sus usuarios en torno a las cinco de la tarde – hora local- con una magnitud 9,1 grados, un poco más fuerte que el que afectó a la región de Tohoku el pasado once de marzo del año 2011.
Las empresas de trenes detuvieron sus servicios, mientras que una de las más grandes operadoras de teléfono móvil del país imprimió que la red se había sobrecargado y quedó fuera de funciones durante al menos quince minutos
“El movimiento telúrico que se había profetizado no ha tenido lugar y es un error de nuestra parte. Nos disculpamos de forma sincera”, expresó posteriormente la Agencia Meteorológica de Japón, dilucidando que el error se produjo “debido al rumor eléctrico” en el método de alerta.
Tras la artificial alarma, las redes sociales se colmaron inmediatamente con diversas reacciones, desde auxilio hasta desconcierto y furia hacia los comprometidos de las notificaciones y la Agencia Meteorológica.
Por otra parte, y luego que la alerta fuera enviada a todos los teléfonos inteligentes de los ciudadanos japoneses del país, la población se abocó a buscar refugio en lugares específicos y, sin embargo, el sismo nunca llegó. Minutos más tarde, las autoridades niponas cancelaron la alerta en un comunicado público y anunciaron una investigación próxima para descubrir y limitar la razón que ocasionó la inexistente alarma que desprendió reacciones en todo el mundo.
Cabe destacar que meses atrás el desplome de un rayo en uno de los sensores sísmicos ocasionó una falsa alarma de un sismo de casi ocho grados Richter, misma que fue comunicada en vivo en las televisiones del país.