El mandatario colombiano Juan Manuel Santos deja a Colombia rumbo a la paz. Mientras el mundo aplaude este pacto que terminó con una rebelión armada de más de medio siglo, en Colombia acumula un saldo rojo en las encuestas por la negociación que lideró la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por ello, Duque llegó al poder con la promesa de modificar el pacto que arrancó lágrimas de felicidad al mandatario saliente. Y que le otorgó el Nobel de Paz en 2016. Aunque el ex presidente Álvaro lo llama traidor, Santos cree que al final lo que hizo fue ejecutar con éxito sus políticas. El mandatario saliente, de 66 años, deja un país sin la guerrilla más poderosa de América; también con reducciones históricas de secuestros y homicidios; y avances en infraestructura y en la lucha contra la pobreza y la inequidad.
Santos se va con la satisfacción de haber “hecho todo lo que se pudo”, y se permite darle un consejo a Duque, su antiguo aliado: “Haga lo correcto así sea impopular“.
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Juan Manuel Santos deja a Colombia con una “paz muy completa”
En su última entrevista antes de la entrega del cargo, se le preguntó: ¿Falló en su búsqueda de una paz completa para Colombia?
“Lo que estamos entregando, y lo dicen todos los organismos internacionales, es una paz muy completa, muy profunda, el acuerdo con las FARC no tiene precedente en ningún otro país. Ahora con el ELN seguimos negociando, hemos avanzado mucho, vamos a ver si antes del 7 de agosto podemos firmar un cese al fuego, así sea temporal y un acuerdo marco, pero estamos en plenas negociaciones”.
-¿Tiene algo que reclamarle a la ex guerrilla a casi dos años de firmar de la paz?
“Se quejan mucho de que el Estado no ha cumplido. El Estado sí ha cumplido; sí hay retrasos, hay aspectos que en el Congreso se han modificado, pero en términos generales, lo dicen todos los organismos internacionales, los verificadores, este acuerdo se ha cumplido en una forma muy rápida, la implementación va bien, lo que pasa es que ellos también están haciendo política, eso es comprensible y bienvenido”.
Para finalizar, se le preguntó a qué se va a dedicar “no voy a dedicar a defenderme en las redes sociales. En la parte académica sí, tengo muchísimas ofertas, me gusta. Voy a dedicarme a escribir. He sido periodista más que político durante mi vida. Voy a dedicarle más tiempo a mi familia, que es tal vez la más sacrificada en esta vida pública”.