De acuerdo con las últimas informaciones, este lunes Donald Trump podría regresar a la Casa Blanca tras permanecer tres días en el hospital combatiendo el coronavirus con un intenso tratamiento.
Está situación pone en jaque los anuncios de la Casa Blanca sobre el estado de salud del mandatario, por lo que no les quedó más remedio que reconocer que ocultaron la gravedad de su enfermedad en medio de una ola de contagios que descompensó a toda la banda de republicanos.
Por su parte, Sean Conley, el médico presidencial, reconoció durante una conferencia de prensa que Trump tuvo “fiebre alta” y que sus niveles de saturación de oxígeno en sangre bajaron transitoriamente en dos ocasiones, el viernes, antes de ser traslado al hospital militar Walter Reed.
A su vez, admitió que Trump recibió oxígeno en la Casa Blanca, un dato que se había negado a confirmar el sábado, información que alimentó el escándalo por la desinformación oficial alrededor de la salud del magnate. Sin embargo, destacó que el presidente estadounidense está evolucionando bien.
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Confusión en torno a la salud de Trump
El último parte médico llegó después de mensajes contradictorios de la Casa Blanca que causaron una gran confusión sobre el estado de salud de Trump.
Pero el jefe de gabinete, Mark Meadows, dijo que el presidente había tenido “síntomas muy preocupantes” el viernes. El mismo Meadow había afirmado el viernes que los síntomas de Trump eran “leves”.
Sin embargo, el mismo Trump salió unos minutos en una camioneta suburban a dar una vuelta fuera del hospital militar Walter Reed, donde sus simpatizantes se reunieron y aportaron un poco de color a la jornada con banderas proselitistas y cantos de “¡cuatro años más!¡cuatro años más!”.
“Ha sido un viaje muy interesante. Aprendí mucho sobre Covid. Lo aprendí realmente yendo a la escuela. Esta es la escuela REAL. Esta no es la escuela de “leamos el libro”. Y lo entiendo, lo entiendo. Y es algo muy interesante”, dijo Donald Trump en un video que tuiteó unos minutos antes.
La desinformación y las dudas sobre su salud provenientes de la Casa Blanca persistieron este domingo; cuando Conley dijo que Trump mejoraba, pero a la vez dijo que había comenzado a recibir un esteroide, dexametason, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para los pacientes con coronavirus que se encuentran en un estado muy grave.
Con miras en la campaña
En un primer momento se aseguró que Trump estaría fuera de la campaña indefinidamente, a tan solo un mes de las presidenciales que lo enfrentarán al demócrata Joe Biden, según varias encuestas favorito para los comicios, su equipo anunció la “Operación MAGA”, basada en su eslogan “Make America Great Again”. De hecho, se contaba con que los aliados de alto perfil, como el vicepresidente Mike Pence y los hijos mayores de Trump, Donald Junior y Eric, serían quienes tomaran el control de la campaña en persona esta semana.
“Dentro de unos días supongo que será la verdadera prueba, así que veremos qué pasa en esos próximos días”, dijo la a cámara, con aspecto algo cansado, despeinado, con un saco y una camisa desabotonada en el cuello.
La Casa Blanca difundió luego fotos del mandatario firmando papeles, sin barbijo. Pero lo cierto es que Trump está urgido por retornar a la campaña presidencial en busca de su reelección.