En la sociedad actual encontramos mucha gente frustrada y desanimada, la cual está siempre tiene el ceño fruncido. Por ello, es importante entender que para poder querer a los demás es fundamental saber querernos y aceptarnos a nosotros mismos.
Es muy complicado ofrecer la mejor versión de uno mismo a otras personas mientras no damos lo mejor de nosotros a nosotros mismos. Por ello en este artículo te enseñaremos cómo sirve el autoconocimiento para quererse a uno mismo.
¿Qué significa quererse a uno mismo?
Aunque la frase es fácil de entender, muchas personas no comprenden el significado completo y solo se quedan con algo muy superficial. Quererse a uno mismo es algo relacionado con el poder sacar la mejor versión de cada uno, observando qué es lo que podemos ofrecer y qué podemos llegar a hacer.
Además, es el poder estar comprometido con nosotros mismos a lograr tener un bienestar propio (aceptándonos, respetándonos y amándonos) y como comentaba anteriormente, lograr el bienestar de los demás.
¿Cómo puedo lograr quererme a mí mismo?
Las personas que buscan quererse a sí mismas, pueden hacerlo de muchas maneras y formas. Realmente, una de las mejores maneras para quererse a uno mismo, como he comentado anteriormente, es el autoconocimiento.
El autoconocimiento es una de las primeras fases por la que se debería pasar para llegar al punto que queremos de bienestar con uno mismo y con los que nos rodean. Se trata de darnos cuenta de cuáles son los miedos, inseguridades, carencias, complejos y traumas que nos han acompañado en toda nuestra vida. Para evitar que estos problemas nos frustren nuestra manera de vivir y ver la vida.
El siguiente paso para lograr querernos, es en el que tenemos que lograr buscar y sacar la mejor versión de nosotros. Es decir, analizar y encontrar cuales son las mejores fortalezas de nosotros.
Cuando hablamos de fortalezas, hablamos de cualidades y virtudes que tenemos y que nos hacen grandes. Para ello, no solo vale con saber cuales son, sino que también debemos desarrollarlas.
Esto es algo similar al desarrollo personal que consiste en saber y conocer el funcionamiento de la mente de uno mismo, así como controlar nuestros pensamientos de una mejor manera.
Tras pasar estas fases, donde en la primera hemos sabido conocer nuestros miedos y problemas que nos perseguían a lo largo de nuestra vida, y en la segunda fase, donde hemos comprendido cuales son nuestras habilidades para poder desarrollarlas, ahora entramos en la última fase que nos ayudará a sacar todo el potencial que hemos analizado y comprendido en la fase anterior. En otras palabras, esta fase nos ayudará a descubrir cuál es nuestro talento y verdadera vocación.
De esta manera, ya encaminamos nuestras acciones a alcanzar el llamado bien común. Puesto que, ahora hemos sido capaces de olvidarnos de cierto modo de nuestros problemas y hemos podido desarrollarnos mejor como personas. Aportando por tanto un valor añadido a nuestras relaciones y a la sociedad que nos rodea.