Los médicos e investigadores notaron una tendencia preocupante en las personas pernas que sufren de obesidad ante la pandemia de coronavirus.
Varios estudios, desde inicios de la pandemia hasta ahora, señalan que la obesidad, en sí misma, aumenta el riesgo de hospitalización e ingresos en cuidados intensivos entre los pacientes con coronavirus.
También se asocia con un mayor riesgo de muerte, especialmente en hombres y personas menores de 60 años, según una investigación publicada recientemente en Annals of Internal Medicine.
“Esta es una confluencia única”, manifestó David Kass, cardiólogo y profesor de cardiología y medicina en Johns Hopkins Medicine. “Sucede que tenemos una pandemia de obesidad, y nunca hemos tenido una pandemia de obesidad. Y la última vez que tuvimos un virus como este fue a principios del siglo XX [con la gripe española]”, agregó.
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Un factor de riesgo
Los expertos aun estudian los peligros que pueden surgir cuando las dos pandemias, la obesidad y el COVID-19, chocan.
Vale destacar que la obesidad es un factor de riesgo para una serie de afecciones de salud subyacentes que se sabe que complican una infección por coronavirus, incluida la diabetes, las enfermedades cardíacas y la presión arterial alta. Pero también puede causar daños por sí solo.
Para empezar, las personas con obesidad tienen más dificultad para respirar, y eso se debe a que el exceso de peso, especialmente alrededor del área del abdomen, restringe el movimiento del diafragma, lo que dificulta que los pulmones se expandan y se llenen de aire, explicó Fatima Cody Stanford, médico especialista en obesidad en el Hospital General de Massachusetts en Boston.
“Literalmente, no se puede mover el aire hacia adentro y hacia afuera de la misma manera; en realidad, reduce la capacidad pulmonar cuando tiene exceso de peso”, dice Stanford. “Y esa no es una combinación realmente buena cuando estamos viendo una enfermedad respiratoria como COVID”, que de forma independiente puede provocar dificultad para respirar, neumonía.
La obesidad afecta el sistema inmunológico
De acuerdo con los especialistas, la obesidad, y especialmente la obesidad abdominal, es una acumulación de grasa en el intestino y alrededor de los órganos internos que provoca inflamación crónica, una especie de respuesta inmune persistente que Kass compara con “un incendio inmune subyacente”.
Cuando un virus, como el SARS-CoV-2, se introduce en el cuerpo, el sistema inmunológico de una persona que tiene esta inflamación acechante “no necesariamente va a responder correctamente”, según Kass. Por lo que el sistema inmunológico puede reaccionar de forma exagerada a una invasión viral, librando una guerra total contra el cuerpo y causando más daño que el propio virus.