Toda decisión tomada con respecto a los criterios vocacionales, implica, para cualquier individuo, un esencial punto de modulación en su vida. Es decir, se trata de elegir un camino que, de múltiples formas, determinará el devenir de nuestras biografías; de allí que hay que prestar atención a las indecisiones vocacionales y sus dilemas clásicos
Esta importante decisión requiere, por supuesto, un valiente replanteamiento de nuestra vida a partir de algunos dilemas clásicos. Son preguntas inevitables y necesarias, a las cuales se les debe otorgar una respuesta coherente para poder darle, de este modo, un sentido armonioso a la existencia. Las indecisiones vocacionales forman parte de la vida.
De ellas dependerá, sin duda y en buena medida, el destino que se pudiesen cristalizar en el futuro. Veamos algunas de ellas. ¿Qué quiero ser? ¿Estudio o trabajo? ¿Elijo una carrera corta o estoy dispuesto a dedicar como mínimo 5 años al estudio de una carrera exigente?
Como podemos observar, decidir es un proceso constante donde solemos ponderar, todos los días de nuestras vidas, aspectos claves y relevantes. Además, hay que tener en cuenta que las decisiones que se toman pueden ser irreversibles y de consecuencias provechosas o erróneas.
En palabras sencillas, diría que tomar decisiones importantes sobre todo lo que implica nuestra vocación, conlleva inevitablemente a que realicemos un proyecto de vida sólido y fructífero. En este proyecto, para realizarlo, deben manifestarse y reflejarse nuestros propios intereses y capacidades.
Indecisiones Vocacionales
Mientras vayamos teniendo más información, disminuye nuestra ansiedad, las decisiones, por supuesto, serán mejores y quizá más acertadas.
Dudar es necesario y hasta elogioso, pero, sin embargo, para salir victorioso de muchas dudas, lo primero es conocer todas las opciones que el sistema educativo ofrece y decidir en consecuencia.
Este camino está sembrado, generalmente, de algunos escollos, aparte de las legítimas dudas e inseguridades que tenemos y las manifestamos en situaciones puntuales como decidir entre un oficio u otro. Quizá por ello y una vez vistas las posibilidades de formación, hay otras cuestiones relevantes a tener en cuenta.
La decisión debe ser siempre tuya, no te dejes influenciar por el resto. La elección vocacional es muy relevante, puesto que el futuro trabajo ocupará más de un tercio del tiempo diario. Procura reflexionar sobre tus gustos e intereses profesionales. Las indecisiones vocacionales se pueden resolver.
La Satisfacción Personal Y El Desempeño
Unos prefieren realizar cosas con aspectos relacionados, de algún modo, con el noble asunto de ayudar a los demás; otros, en cambio, prefieren realizar tareas manuales, trabajar con máquinas e instrumentos, mientras que a muchos les atraen las actividades relacionadas con el arte.
Si descubres y sientes que haces lo que te gusta, pues no tendrás problemas al momento de realizar actividades laborales exigentes, ya que la satisfacción te ayudará a tener un mejor desempeño laboral.
Sácale provecho y ventaja competitiva a tus aptitudes. Es importante ser realista con tus propias capacidades. Es obvio que existen cosas que definitivamente no sabemos ni sabremos hacer y eso no debe hacernos sentir mal. Estudia y medita tu rendimiento escolar.
Examina tus resultados, cuáles fueron las asignaturas que te resultaron más fáciles y cuáles te gustaron más. Todo el mundo tiene mucha más facilidad para ciertas materias y más dificultad para sobrellevar otras.
Define objetivos. ¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿Cuáles son tus metas? ¿Cómo esperas que sea tu estilo de vida? Tus objetivos deberían poder ser conseguidos teniendo en cuenta tu futuro laboral, entre otros. Muchos objetivos irán transformándose a lo largo de tu vida, y la tolerancia será necesaria, tanto para plantear metas concretas, así como para intentar alcanzarlas.
Meditar Y Buscar Mucha Información
Medita calmadamente sobre tu entorno personal y social. Has conciencia de tu realidad inmediata, qué aspectos positivos y qué limitaciones tienes a la hora de tomar una decisión vocacional.
Trata de plantearte nuevas y exigentes preguntas y, sobre todo, busca abundante información. Las posibilidades del mercado de trabajo y el justo nivel de ingresos económicos de tu futura profesión, son un factor esencial a tener en cuenta con respecto a tus expectativas.
Mantén distancia y procura colocar en perspectiva tu situación actual. A veces un poco de distancia ayuda a observar mejor. En esas situaciones es difícil escuchar lo que realmente quieres, por eso es importante tomar todo el tiempo que requieras para poder pensar con mayor nitidez.
Si no posees claridad absoluta sobre qué deseas estudiar, entonces relájate, porque esta situación es normal. Importante es, del mismo modo, tener suficiente tiempo para escoger una disciplina que puedas verdaderamente disfrutar. Se trata de un primer paso para llegar a ser un buen profesional. Las indecisiones vocacionales se pueden resolver.
Explora y no decidas inmediatamente. Si en realidad no tienes una vocación conocida, lo mejor es probar varias cosas. Suele ocurrir que algunas veces termina gustándonos lo que menos habíamos pensado.
El Título No Determina El Rumbo
No pienses en el título que obtendrás, sino en las competencias derivadas de este hecho. El mercado laboral cambia incesantemente y las profesiones también, pero no hay duda de que muchas habilidades y competencias seguirán siendo necesarias y apreciadas. Es una mala idea pensar solamente en el estatus que puede otorgar un título universitario.
Ilústrate lo suficiente sobre aquello que has aprendido. Es vital que te conviertas en un profesional altamente especializado. Muchas vocaciones han nacido sobre la base de profundizar bastante en un determinado asunto.
Finalmente, medita en el rol que te gustaría asumir como trabajador. Es factible elegir caminos que pueden ser bastante diferentes: trabajar en una institución existente como empleado, ser independiente o emprender un lucrativo negocio. Las indecisiones vocacionales se pueden resolver.