LGBT celebran la aplicación de ley en Bolivia

Carlos Javier, miembro de la comunidad LGTB, fue el primer ciudadano en iniciar trámites de cambio de nombre y sexo en Santa Cruz de La Sierra en Bolivia.

La población de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales catalogaron este día como histórico, en esta jornada en la que se inició el arranque del trámite, para todos los cambios en cuanto a este tema se refiere. Este procedimiento se dio a través de la Ley de Identidad de Género habilitó desde su promulgación.

Carlos Javier Morón Torrico, de 26 años, fue el primer ciudadano transgénero en iniciar el trámite en Santa Cruz, visiblemente emocionado luego de dos horas y media de espera.

LGBT celebran la aplicación de ley en BoliviaAunque sus documentos por ahora digan otra cosa, desde hace algún tiempo Carlos Javier se identifica a sí mismo con este nombre. Este joven médico llegó a desde muy tempranas horas al Servicio de Registro Cívico (Sereci) para hacer el cambio que había esperado por años, y manifiesta sentirse muy feliz.

[pullquote]“Lo de la documentación me dificultaba para conseguir trabajo, ahora ya no será un impedimento”, recordó Javier luego de haber hecho la solicitud que tendrá una respuesta en 15 días.[/pullquote]

“Es un día histórico para Bolivia porque ahora el Estado nos reconoce legalmente por nuestro dato de género, han sido años de lucha de exigir y demandar que se reconozca nuestra identidad”, ha dicho Pamela Valenzuela, consternada por la emoción.

En papeles, esta habitante boliviana lleva el nombre masculino que sus padres le dieron. Pero su realidad es otra. Por eso el motivo de su alegría.

La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, señaló que en aplicación de la norma, las nueve direcciones departamentales del Sereci en el territorio nacional habilitaron desde ayer oficinas para todos los solicitantes que deseen participar en este proceso.

Son muchas las personas en su mayoría jóvenes que están participando en este proceso de cambio para el país, apostando a la inclusión social sin ningún tipo de distingo.

Según testimonios personas de hasta 50 años desean presentar en el proceso de registro, y es que manifiestan que sin importar la edad  siente el firme deseo de poder cambiar su nombre y sexo ante los ojos del mundo como siempre lo han soñado.