Los escenarios sobre la inflación en Argentina son diversos. Hoy por primera vez, el presidente Mauricio Macri reconoció que la inflación llegará al 30% este año. Sin embargo, consideró que empezará a bajar a partir de este mes y en dos o tres años se reducirá a un dígito.
Asimismo, les recomendó a los consumidores que “caminen” al momento de hacer las compras porque dijo que hay una dispersión del 30% en los precios. Esto implica que las variaciones serán cada vez más constantes y rápidas en la medida que el Gobierno más tarde en revertir la inflación.
Macri explicó que al inicio de su mandato intentó junto con su equipo económico aplicar un control de precios con la reducción del gasto público. Esa medida no funcionó.
“Tenemos que bajar más rápido el déficit fiscal para que podamos ganarle a la inflación”, explicó. Además, valoró que el país “se salvó” de ingresar en una espiral alcista de 1 millón por ciento, como sucede en Venezuela.
Macri apuntó que su gobierno no pudo cumplir con las metas que se habían fijado debido a que tuvieron que aumentar las tarifas “un 1.000 por ciento”.
“Ahora estamos mucho más cerca y tenemos mucho más claro cuáles son los problemas con el gasto público”, precisó.
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Macri admitió la inflación descontrolada
Precisamente, el aumento de tarifas es uno de los males que el Gobierno no ha podido controlar. Los constantes incremento de los precio de servicios públicos obligan a las empresas proveedoras a actualizar costos, lo cual incide en la tasa de inflación.
De igual forma, el Gobierno argentino enfrenta un elevado déficit fiscal y comercial, así como una deuda pública interna que ahora se verá más limitado para pagar tras el ajuste de 20.000 millones de pesos que hizo sobre el gasto público. Esto como orden por el paquete de condiciones impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El país podría cerrar el año incluso con una tasa de inflación del 32%, según proyecciones del organismo financiero. También estima un leve crecimiento de 0,4% en el PIB del país.
A medida que los indicadores se sitúan en números negativos, crece la tensión social por los ajustes del Gobierno y otro posible tarifazo de gran repercusión en el bolsillo de los argentinos.