Mexico.- Si hace unos días todavía impactó la noticia del asesinato de dos alcaldes, este martes se registró el tercer hecho sangriento en menos de un mes.

Sigue la “cacería” contra los alcaldes a lo largo y ancho de México, pues este martes se registró el asesinato del burgomaestre de Huehuetlán El Grande, José Santamaría Zavala, a manos de un grupo armado que presuntamente lo intentó robar mientras se desplazaba en su vehículo particular.

[pullquote]En menos de dos semanas se ha registrado el asesinato de tres alcaldes en México, lo que confirma el peligro que rodea esa profesión política hoy en día.[/pullquote]

En la escena del crimen se encontraron piedras de gran tamaño en plena vía, las cuales impactaron la camioneta de Santamaría Zavala y de esa forma bloquear el camino. También se evidenciaron casquillos de balas de arma corta, las cuales impactaron la humanidad del funcionario y le causaron su muerte en el lugar.

Este hecho se registra a pocos días del doble asesinato de alcaldes del pasado 25 de julio, donde los burgomaestres de localidades de Guerrero y Chiapas fueron ajusticiados por desconocidos el mismo día.

Antecedentes recientes

El alcalde de San Juan de Chamula en el estado de Chiapas, Domingo López González, recibió múltiples impactos de balas de un hombre que aún está por identificar, cuando un grupo se le acercó para exigirle respuesta ante unas presuntas irregularidades en el presupuesto. El hecho quedó registrado en un vídeo y se aprecia el momento cando yacía en el piso. Producto de ese tiroteo, también resultaron muertos cuatro personas más, de las cuales dos eran funcionarios de la alcaldía.

De igual forma, murió Ambrosio Soto, alcalde del municipio Pungabarato, ubicado en el estado de Guerrero, junto a su chófer en un ataque que recibió por parte de grupos vinculados al narcotráfico. El funcionario recibió diversas amenazas durante un largo tiempo, pero hizo caso omiso a ello.

Una profesión de peligro

Durante los últimos 15 años, por lo menos 70 alcaldes han sufrido de muertes violentas por parte de grupos vinculados a los carteles de droga que azota al país, pero también por causas desconocidas como venganza. Estos datos no revela la cantidad de atentados que han sufrido estos personajes políticos, que milagrosamente han salido airosos en muchas ocasiones.

Las amenazas son constantes y hoy en día es un gafe de oficio. Por está razón, se ha visto como la gran mayoría de los alcaldes han reforzado sus anillos de seguridad con abultados funcionarios de seguridad del Estado, incluso varios han tenido contacto con grupos armados para que los protejan.