Japón – Akihito, el Emperador de Japón, teme que su deteriorado estado de salud y su edad no le permitan continuar con sus funciones.
El emperador, de 82 años de edad, realizó sus comentarios mediante una trasmisión de televisión extraordinaria. Esta representa la segunda vez que sus palabras han sido televisadas al público.
Pero, de momento, Akihito no ha manifestado públicamente su deseo de abdicar. Ya que, según lo establece la Constitución japonesa, el emperador no tiene permitido realizar declaraciones políticas y una expresión directa de abdicación sería interpretada como tal.
A nivel histórico, el emperador era visto como un semidiós, pero esta concepción cambió y fue redefinido a “símbolo de la nación”, luego de que la Constitución la reescribieran las fuerzas aliadas después de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
No representa poder político, pero como afirmó Akihito en su discurso, ha heredado una larga tradición. Tiene diversos deberes oficiales en representación de la nación, tales como recibir a dignatarios extranjeros, organizar recepciones y hacer entrega de honores.
La monarquía japonesa encuentra entrelazada con el sintoísmo, por lo que el emperador aún encabeza varios ritos y ceremonias religiosas. Pero desde 1989, fecha en que asumió el Trono de Crisantemo, Akihito tomó un estilo más moderno, tratando de acercar más la familia imperial al pueblo.
Akihito ha tenido algunos quebrantos de salud. Aunque en su alocución aseguró estar recuperado de sus cirugías y que goza actualmente de buena salud, reconoció que su estado físico necesariamente está desmejorando con la edad y “me preocupa que podría volverse difícil para mí realizar mis deberes”.
Desde mediados de julio pasado, se corren rumores sobre el de Akihito de buscar la manera de abdicar, lo que generó una considerable sorpresa pública.
Esta medida no tiene precedente en la historia moderna de Japón, ya que no existe ninguna provisión legal para la abdicación, según la ley japonesa.
Para que esto fuera posible se necesitará un cambio en la Constitución para que un emperador renuncie a su cargo, tras algunos cambios constitucionales que afectarían la familia imperial han sido discutidos en el pasado.
En el año 2006, se inició un debate sobre si una mujer podía ascender al trono y, en 2011, el príncipe Akishino, hermano menor del emperador, solicitó que se discutiera imponer una edad de jubilación para el emperador. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas resultó en cambio.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, algunos minutos después respondió la transmisión del mensaje pregrabado de Akihito, donde manifestó que el gobierno estaría tomando en consideración la edad y condición física del emperador, abordando el tema “con seriedad”.