Este jueves, la legislatura egipcia votó, por abrumadora mayoría, para permitir la reelección indefinida del presidente de Egipto Abdel-Fatá el-Sisi hasta 2034, como parte de una serie de enmiendas constitucionales.
De acuerdo con la aprobación de 485 integrantes de 596 miembros del Parlamento, el-Sisi podría estar tres décadas en el poder según las reformas implementadas.
Sin embargo, los críticos denunciaron que la reforma indica un retorno al autoritarismo por parte de Egipto, ocho años después de que un levantamiento popular derrocó al autoritario Hosni Mubarak y seis años después de que el-Sisi encabezó el golpe de estado que sacó de poder a un presidente islamista que había sido elegido democráticamente, pero que había resultado divisivo e impopular.
Dado que el Parlamento y las instituciones del Estado están pobladas de partidarios incondicionales de el-Sisi, es poco probable que haya mucha investigación en torno a las reformas por lo cual el mandatario podría estar en el poder 12 años después de que concluya su segundo período en 2022.
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Reelección indefinida del presidente de Egipto
El titular del Parlamento Ali Abdel-Al aseguró que la reforma ahora pasará por 60 días a debate en la Comisión de Asuntos Constitucionales y Legislativos antes de regresar al pleno para una votación final. De allí la medida será sometida a referéndum, probablemente antes de mayo cuando comienza el festivo del Ramadán.
A pesar del abrumador apoyo, un grupo de políticos, figuras públicas y autores de la constitución actual redactada en el 2014 inmediatamente emitieron una carta pública rechazando la medida de reelección indefinida del presidente de Egipto como un intento de el-Sisi de perpetuarse en el poder, pidiendo firmas para una petición y calificando las reformas de ilegales.
“La esencia del proyecto de reforma constitucional es permitir al actual presidente continuar en el poder por más de dos períodos, lo que viola la constitución actual, concentra todo el poder en sus manos e intensifica el dominio del brazo ejecutivo en el sistema judicial”, dice la carta abierta, que tiene 200 firmas.
A su vez, advierte que la reforma frustrará cualquier futura transición pacífica del poder y cualquier intento de Egipto de convertirse en un estado moderno y democrático.