Desde hace ocho años se celebra en al menos 35 países, el Día Mundial de la Salud Sexual. La iniciativa tuvo lugar en la Asociación Mundial para la Salud Sexual; fue ideada en 2010 por Rosemary Coates, ex presidenta del organismo.
Las asociaciones pertenecientes a dicha asociación comenzaron a celebrar esta efeméride cada 4 de septiembre. La intención de instaurar tal fecha, es la de promover una mayor conciencia social en torno a la salud sexual.
La Organización Mundial de la Salud define a la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad.
Para que la salud sexual se logre y mantenga, según la OMS, los derechos sexuales de todas las personas se deben respetar, proteger y ejercer a plenitud.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano a través de su vida; incluye sexo, identidades y roles de género. También abarca orientación o preferencia sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción.
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Tarea de todos
El Día Mundial de la Salud Sexual es una celebración global, relativamente nueva, que funciona en una base voluntaria. A la fecha, más de 35 países han participado activamente, entre ellos: Italia, Suecia, Brasil, Venezuela y Chile.
Así como también se sumaron Cuba, Japón, Líbano, Croacia, Australia, México, Colombia, Puerto Rico, España, Argentina, Turquía. Completan esta lista: Perú, Estados Unidos, Israel, Macedonia, Nicaragua, Indonesia, Lituania, El Salvador.
Los organizadores de cada país han llevado actividades, en el marco de esta celebración a importantes puntos. Entre ellos: escuelas, medios de comunicación, librerías, universidades, plazas públicas, librerías, salones de arte y grupos de teatro.
Antón Castellanos Usigli, experto de salud pública dijo: “Si no tenemos el derecho de acceder a servicios como pruebas y tratamiento de VIH, de infecciones de transmisión sexual (ITS) o si no podemos acceder a información o educación de calidad sobre sexualidad, por ejemplo, no podemos tener salud sexual”.
Agregó que “si vives en un lugar donde no puedes expresar tu identidad de género o tu orientación sexual, afecta tu salud sexual. La misma abarca aspectos relacionados con nuestro cuerpo, emociones, relaciones de pareja y con nuestra identidad”.