Las normas ISO son un conjunto de estándares de reconocimiento internacional. Estos estándares fueron creados con el objetivo principal de guiar a las empresas para que puedan establecer ciertos niveles de homogeneidad en relación a diferentes aspectos como la gestión, la organización de los procesos, la prestación de servicios, las exigencias de los consumidores y el desarrollo de aquello que ofrecen. 

Ahora que damos por entendido cuál es el objetivo que las normas ISO persiguen, estamos en condiciones para hablar de su surgimiento y utilidad. El acrónimo ISO viene de las iniciales de International Organization for Standardization. Los orígenes de esta organización se remontan a 1946 cuando algunos bloques previamente existentes, con la misma meta de regularización y establecimiento de estándares, se unieron. 

Desde entonces, y hasta la actualidad, se han logrado crear más de 23.000 normas ISO que cubren diferentes aspectos de la gestión, la utilización de los recursos, el uso de las tecnologías y los procesos de producción, entre otros. 

En la actualidad, la International Organization for Standarization, se mantiene como un organismo no gubernamental ubicado en la ciudad de Ginebra, Suiza. Más de 160 países se encuentran involucrados y se han formado 781 comités y subcomités para el desarrollo de cada una de las nuevas normas ISO que van surgiendo. 

¿De qué sirve a una empresa implementar normas ISO?

Como mencionamos anteriormente, las normas ISO establecen ciertos niveles que, a pesar de ser voluntarios, resultan ser altamente reconocidos como cumplimientos de calidad, eficiencia y, para muchos, seguridad. De esta manera, se garantiza ciertas exigencias en cada una de las actividades que un corporación realice. 

El gran reconocimiento que conlleva la aplicación de las normas ISO en una empresa es el mayor beneficio que se obtiene. Y es que, cuando un consumidor está indeciso por comprar un producto o servicio, el cumplimiento de las normas ISO puede ser determinante para que elijan a tu empresa. 

Además uno de los puntos más importantes sobre las normas ISO es que se basan en el pilar principal de la mejora continua. Esto quiere decir que tu empresa, luego de implementar estos estándares, no se estancará y podrás seguir evolucionando constantemente. 

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