La toxina botulínica es utilizada principalmente para tratar la aparición de arrugas de expresión en el tercio superior de la cara. Es decir, la frente, el entrecejo y el área conocida como patas de gallo.
Este tipo de tratamiento facial se distingue por sus propiedades para actuar de forma temporaria sobre la salud y regeneración de la piel, mejorando su elasticidad y contribuyendo a prevenir nuevos signos de envejecimiento.
¿Cómo actúa la toxina botulínica sobre nuestra piel?
Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo donde, a partir de microinyecciones, el profesional aplica toxina botulínica de tipo A. Este componente tiene la capacidad de inhibir la contracción excesiva de los músculos del rostro, atenuando las líneas de expresión y previniendo la formación de arrugas.
Tras la aplicación estos efectos pueden extenderse entre cuatro y seis meses, según los hábitos del paciente y su metabolismo. Los resultados, además, no dejan de ser naturales, ajustándose a las características del rostro en cada caso atendido.
De hecho, estos comienzan a ser visibles de forma inmediata. Quienes optan por un tratamiento facial con toxina botulínica alcanzan de forma sencilla y segura una mirada fresca y radiante, mejorando de forma integral la salud e hidratación de la piel en las áreas aplicadas.
¿Qué es la toxina botulínica?
Se trata específicamente de una neurotoxina utilizada para diferentes tipos de tratamientos médicos, principalmente en patologías neurológicas y en la medicina estética.
En este segundo campo de acción, se aplica con el fin de relajar las fibras de los músculos en las áreas tratadas y, tal como mencionamos, disminuir su potencia de contracción. Esto permite eliminar las arrugas faciales y frenar la aparición de otras nuevas, sin necesidad por parte del paciente de someterse a una intervención quirúrgica.
Además, es un procedimiento prácticamente indoloro que puede realizarse en cualquier momento del año y muy rara vez produce efectos adversos. Por supuesto, para quien desee realizar el tratamiento es indispensable acudir a un centro de estética.
Sólo profesionales médicos especializados pueden evaluar las necesidades de cada paciente, conocer su historia clínica y sus expectativas respecto a los resultados, para, en función de todo ello, evaluar cuál es el tratamiento facial más adecuado.
¿Puedo realizar este tratamiento de forma reiterada?
En efecto, dado que los resultados de la toxina botulínica no son permanentes, quien desee mantenerlos en el tiempo debe optar por una nueva aplicación del tratamiento cada cierto período.
Como mencionamos, la duración media del mismo es de entre 4 y 6 meses. Luego de ese tiempo, el paciente podrá evaluar si los resultados logrados eran los buscados y, en función de ello, elegir continuar con el procedimiento.
En ese caso, también es importante dialogar con el profesional el momento oportuno para la nueva aplicación.
¿Dónde puedo realizarlo?
Centros de medicina estética como Beautyderm cuentan con un amplio equipo profesional preparado para trabajar de forma personalizada con cada paciente y cada una de sus necesidades.
Te invitamos a contactarte para conocer más sobre su tratamiento facial con toxina botulínica o bien evaluar otras alternativas bajo su asesoramiento personalizado.
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