Veganismo, una invitación al diálogo

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En esta ocasión invitamos a nuestros lectores a abrir un diálogo responsable sobre el veganismo, más allá de la diversidad de las elecciones personales, para comprender y conocer sus principios fundamentales.

Hoy en día, incluso, no se trata exclusivamente de veganismo. El conocimiento de diferentes hábitos alimenticios se ha ampliado y extendido significativamente en los últimos años.

Ahora bien, este movimiento se ha consolidado fuertemente en lo que a cuestiones alimenticias respecta. Ello, no obstante, sólo remite a una pequeña parte de toda una gran y mayor forma de comprender la vida, esto es, el veganismo como concepción e ideología.

Hablemos de veganismo

El veganismo es, sustancialmente, una postura ética. En este sentido, se plantea como una forma de vida que condena la explotación de los animales. Por lo tanto, es un contundente cambio de paradigma. Tanto de la alimentación como de la relación del ser humano con su entorno y el resto de los seres vivos que lo integran.

Condena, por lo tanto, todo festejo, evento, espectáculo o práctica que implique la tortura, exclavitud o uso de animales. Incluyéndose aquí también el cautiverio de animales en zoológicos. En la alimentación, por su parte, rechaza el consumo directo de cualquier animal como el de sus derivados.

Los seres vivos afectados por las actividades productivas de las personas son millones, de hecho se calcula que unos 3000 animales son sacrificados por segundo. Ante esto, la apuesta del veganismo es, fundamentalmente, un futuro libre de explotación animal, en el que los animales no sean ya considerados como cosas u objetos de consumo por el ser humano. 

La visión del veganismo no es otra que la de un mundo en el que los animales sean respetados y protegidos. Promueve, entonces, la construcción de una convivencia, cuya base sean la compasión y el respeto, junto a la abolición de las prácticas crueles que aún se desarrollan.

Una lucha que se manifiesta en acciones

Los diferentes movimientos que promueven el veganismo han creado programas, campañas y proyectos de concientización a gran escala. Profesionales altamente cualificados e investigadores, activistas con alta responsabilidad social y corporativa, como actores de incidencia política se han unido en este fin común.

El veganismo se ha convertido en un movimiento ético, político y social por los derechos de los animales. Su influencia ha crecido de forma exponencial y constante, de hecho se estima que a partir de 2020 se cuentan unos 75.3 millones de veganos en el mundo.

No es algo nuevo, además, el fundamento ecológico que sostiene al veganismo. Reducir el impacto sobre el medio ambiente y el calentamiento global es su siguiente principio determinante. El sector ganadero, en efecto, es responsable de un significativo número de las emisiones de dióxido de carbono.

Del mismo modo, resulta alarmante la deforestación llevada a cabo con el fin de desarrollar nuevas tierras de cultivo para producción ganadera y alimentación animal. Informes revelan que millones de hectáreas de bosque son destruidas cada año en la región del Amazonas.

La agrupación ambientalista Greenpeace señala predicciones también alarmantes para las décadas venideras. Donde el sistema de agricultura será causante del 52% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, siendo este porcentaje principalmente representante de la industria ganadera y láctea.

Un futuro de sostenibilidad no puede sin duda ser negociable. Derribemos aquella anticuada concepción social que divide lo considerado “normal” de lo otro, lo diferente o lo alternativo y actuemos en pos de la integración, la empatía y el entendimiento. Numerosos mitos continúan rondando al veganismo, por lo que su discusión sigue estando hoy más que nunca a la orden del día.

Lectura recomendada: Nueva edición de BAFICI 2022.

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